ARTE COCHON



Un globo relleno de esperma..., puede parecer extraño, pero el mundo del arte contemporáneo está repleto de insólitos artefactos, radicales actuaciones, extravagantes y geniales provocaciones, ante las cuales, Semenworld puede parecer casi una propuesta naif.

(http://www.laverdad.es/murcia/20080205/cultura/arte-seminal-20080205.html)

Los límites del arte son ambiguos. La francesa Orlan, artista-mutante, se ha sometido a diversas operaciones quirúrgicas hasta conseguir un nuevo rostro con rasgos de famosas mujeres de la historia de la pintura, si ella lo dice, así será; Priscilla Monge ha fabricado caramelos que incluían dientes humanos

Chris Ofili protagonizó un escándalo en 1999 cuando el entonces alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, censuró una obra suya, Sensation, expuesta en el Museo de Arte de Brooklyn que representaba a una Virgen María de color negro, como el propio autor, acompañada de recortes de revistas pornográficas y
excrementos de elefante; Andrés Serrano sumergió un crucifijo de plástico en un depósito de plexiglás lleno de once litros de orina (Cristo de los orines). Gunther von Hagens se ha convertido en un polémico creador de cadáveres eternos, cuerpos humanos convertidos en momias de exhibición con el singular método de plastificación, y que decir del que enlataba mierda y la vendía a precio de caviar ruso.

La británica Tracey Emin presentó al premio Turnar su propia cama sin
hacer, con las sábanas sucias y distintos restos de... bueno, los ácaros parecían elefantes, pero en la foto no salen porque se fueron por tabaco. Las estatuas de tres niños que el italiano Maurizio Cattelan ahorcó de un árbol en Milán fueron desmontadas en medio de una gran polémica y después de algún infarto morrocotudo de viandantes distraídos y sin cultura conocida. Xiao Yu crea sus instalaciones con partes de cuerpos de hombres y animales para formar nuevas criaturas; por ejemplo: una escultura hecha con la cabeza de un feto muerto adherida a un cuerpo de gaviota.

Kira O' Reilly, la artista que nos ocupa, presenta un espectáculo en el que se desnuda y permanece durante cuatro horas acariciando a un cerdo recién sacrificado en un matadero. A pesar de su duración de cuatro horas, cada uno de los visitantes sólo podrá permanecer en la sala diez minutos para ver una actuación que trata de las "fantasías inesperadas de aparición y metamorfosis entre distintas especies", explica O'Reilly, quien supuestamente cortará el cadáver del animal con un cuchillo.
O'Reilly explica en el folleto de la galería que su trabajo surge de "la investigación con biopsias de piel procedentes de cerdos recién muertos", lo que le permite, dice, prepararse para trabajar con biopsias de su propia piel, interés que tiene la chica, oye. "Cuando corto a un cerdo, siento la necesidad de hurgar en su tripa y fundirme en su carne templada de forma que su sangre y la mía alcancen la misma temperatura durante un momento".

Está claro que mucha empatía con el animal, no debe sentir, al permitirse asesinar a un animal, para hablarle al mundo. Tiene guasa, que ella misma afirme que el experimento le provoque compasión e identificación con el cerdo "como una sustitución, un doble, un gemelo, un muñeco y un yo imaginario". Pues imagínatelo, Kira, pero no consientas que un animal muera para que te forres, cochona